Desde el año pasado el Gobierno Federal autorizó la creación de una nueva cédula de identidad que identifique a todos los mexicanos. Posteriormente hace un par de días se firmó el acuerdo para que esa nueva cédula se convierta en el medio de identifique a los ciudadanos en la elección federal próxima del año 2012. Se habla que el documento de identificación constará de medidas biométricas, no solo que la harán infalsificable sino también única o sea solo podrá pertenecer únicamente a un ser humano.
Vayamos por partes para explicar lo grave de la medida, que puede volverse un instrumento no solo de control social sino de represión, todo de acuerdo a la ideología de cada persona en particular. La gravedad del asunto comienza con la posesión de los datos: según el acuerdo será la Secretaría de Gobernación (Segob) quién controle la información, además de un par de compañías informáticas. Esto por si solo es un retroceso histórico, en la reforma electoral de 1993 se logró que fuera un órgano ciudadano quien tuviera dicha información y no la Segob. Esto fue porque se supo le daban control político a la información, además de los abusos en la expedición de credenciales para votar.
En aquellos tiempos, se daban casos como el de Ramón Aguirre Velázquez quien en su casa de Coyoacán, misma que tiene tres entradas diferentes, tenía registrados a más de 170 empadronados. Ni hablar de los eternos (actuales) recortes al padrón, al sacar a votantes decididos de oposición con la finalidad que no voten; recuerden aquella vez que se vendió a una empresa extranjera y el Juez que llevó la causa dijo que no era una acción relevante. Siempre se le ha dado un manejo político a la información electoral, buscando un control sobre las conciencias de los ciudadanos.
La Constitución y el COFIPE son claros: se debe utilizar la credencial para votar para sufragar en las elecciones, al cambiar esto por la cédula de identidad es el principio del fraude que se realizará en 2012. Cada cédula será única a partir de la biometría del ser humano que la tramite. Son medidas del cuerpo que existen y que son únicas en cada individuo, el ejemplo más conocido son las huellas dactilares, mismas que no se repiten en los seres humanos. Se habla de que llevará datos sobre la retina, orejas y otras medidas biométricas, al grado que su costo será de “diez pesos por cada una”.
La relevancia de esto es que al convertirla en credencial para votar se vuelve en un instrumento poderosísimo de identificación política, no solo de preferencias sino de estudios educativos y otras acciones desarrolladas de acuerdo a la ideología. La cédula estar ligada a un CURP, ese número de identificación es usado en prácticamente todos los trámites gubernamentales, educativos, de salud y otros más en los cuales se esta obligado a presentarlo. Por ello la base de datos en poder de la Segob es total, toda la vida administrativa de un individuo manejada por la Secretaría que controla la política interna del país, todo un retroceso histórico.
Las elecciones en el país no han tenido la claridad que se desea desde hace varias décadas, quizá, las únicas, fueron en el año 2000 donde no hubo protestas generalizadas, pero en todas las demás (federales, locales y estatales) las ha habido y profundas. En el 2006 hubo un fraude descomunal manejado tanto a la antigua como de manera electrónica, en el cómputo digital de la información electoral. Al hablar de la manera antigua mencionamos casos de carruseles de votantes o de relleno de urnas sea en la casilla o en el mismo distrito electoral. Hasta aquí el fraude sería “convencional”, obligados a realizar varias acciones desde los momentos previos y durante la jornada electoral. Pero aquí pasó a un nivel informático, en el cual las cifras se juntaron para declarar un ganador, que muy pocos consideraron legitimo. Datos finales que no convencieron a muchos científicos acreditados.
Sin embargo se acaba de firmar un acuerdo para que se instale la elección electrónica en el próximo proceso a nivel federal que se desarrollará en 2012. Aunque todavía no se decide, se habla de implementarla en uno de los tres procesos que se desarrollaran para Presidente, Senadores y Diputados. Sabemos que “seleccionaran” la de Presidente de la República, por conveniencia, claro está. Entonces el fraude esta hecho. Esta votación electrónica se logra por medio de una urna que guarda la información digitalmente, de manera que esta queda guardada para que después sea enviada o misma acción que se hace directamente en línea a un servidor central, ahí se contabiliza todo. O sea el mismo manejo que en 2006 pero con la diferencia que todo el proceso es realizado de manera digital, sin papeletas que acrediten el voto.
Analicemos la situación en su totalidad: La cédula de identidad será única para todo individuo, la información ahí vertida estará en control de la Secretaría de Gobernación. Este documento de identificación será el mismo que se use para las elecciones, hasta aquí no hay problema, la problemática se arma cuando se reúne con la votación electrónica. Ese servidor (el de la votación) concentrará la información surgida del sufragio digital por lo tanto es demasiado fácil saber quién votó por cual partido, además de conocer (en caso de juntar las dos bases de datos) toda su existencia administrativa. Control político – electoral.
Estamos ante la puerta del fascismo, donde ningún ciudadano este seguro de sus datos personales ni el uso que se le den, incluso pueden hacerlo en su misma contra por un Gobierno fraudulento. Esto de lograr los acuerdos necesarios para juntar la cédula de identidad, con la credencial para votar y usarlas en una votación electrónica es el inicio del fraude en el año 2012, en el cual hay elecciones presidenciales en México. Además de reiniciar el control político – social por parte de Gobierno.
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