domingo, 8 de mayo de 2011

LA EDUCACIÓN PRIVADA

Yo soy profesor por vocación, no tengo una profesión ligada a las ciencias de la educación pero soy docente en cuerpo, alma e intelecto, eso nadie me lo podrá quitar aunque si limitar. El sistema educativo en México tiene un nivel muy bajo, no se enseña, no se aprende y la exigencia es nula para la asimilación del conocimiento en todos los niveles de la práctica docente. No solo aprende el alumno, también lo hace el profesor, el ente administrativo de la educación e incluso las autoridades.

Pero no, la verdadera situación de la educación en México es autentico desgarriate que no tiene forma ni manera de ser visto con buenos ojos. Son pocas las instituciones educativas que buscan un bien para los alumnos y docentes, algunas (la mayoría) son públicas y otras (la minoría) son privadas. La UNAM se encuentra en el máximo nivel existente en el país y luego para abajo solo hay cinco o seis que pueden disputar el lugar; las demás: son solo relleno ante la falta de espacio para matricular a más estudiantes.

Ante esto estamos ante un escenario de la educación privada en México deplorable que privilegia al negocio que al proceso de enseñanza – aprendizaje. En algunas instituciones son las personas que amparadas en un poder de grupo (mafias) toman a la escuela como lanzamiento de negocios particulares, de corrupción o simplemente de inoperancia académica por ser cómplices, amigos o compadres de algún otro funcionario. No estoy hablando de una escuela pública llena de estudiantes con otro punto de vista, estoy hablando de una universidad privada donde el alumno lo único que puede hacer es pagar la colegiatura.

No es posible que el perfil de un profesor sea en primera instancia necesitado de trabajo, que sea mediocre porque busca retener su puesto, alguien preparado con capacidad intelectual no es bienvenido. Que no prepare sus clases, que no se capacite, que no se prepare más, que no enseñe pues. Definitivo: Yo no soy así. la mediocridad es buscada por la institución privada para no tener gente consciente, sin capacidad de crítica, en sus aulas, la política es que el alumno pague y no aprenda, mientras que el docente siga impreparado e inculto esperando unas horas o grupos más a cambio de su salario; al menos así parece ser.

Se pueden decir muchos nombres, marcas y denominaciones, el problema es el sistema que no quiere personas (alumnos) educados, los que buscan (queremos) cambiar los modos de pensar para bien no tenemos cabida en él, mucho menos en dichas instituciones. Se que no son todos, que hay docentes que luchan contra corriente todos los días y ellos son los que merecen todo el respeto porque se preocupan por enseñar, por formar personas. Pero por el momento yo me voy a la banca, de la cual no quiero salir.

Así que esa es la razón por la que considero será muy difícil que vuelva a dar clases en una escuela particular (nunca digas de esta agua no beberás), porque aunque sea profesor por vocación no por profesión, ya no quiero lidiar más con la corrupción, el lamehuevismo y la perdida de principios para mantener “mis horas” o seguir siendo profesor de tiempo completo. Me quedo con mis grupos y alumnos de la UNAM, al menos allí nadie se mete con mi dignidad.

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