domingo, 8 de mayo de 2011

UN REGRESO DESEADO (CON EXPLICACIÓN)

Hay veces que uno desea regresar, no en el sentido de hacer una regresión al pasado y regodearse de no haber vencido al presente y quizá al futuro, hablo de regresar a un espacio donde me siento a gusto, donde puedo expresarme en 140 caracteres las veces que sea necesario. Expresarme al subir parte de mi vida a un espacio virtual, de alimentar un portafolio de expresión visual, bueno pues, de haber reprimido mis deseos y gustos personales.

Sin embargo, aunque no acostumbro dar explicaciones, el estar tan adentro no me permitía ver donde estaba parado, observar ese proceso social donde un mensaje puede llegar tan lejos como una telaraña de nombres de usuario haya posibles y no solo que lean el mensaje de primera mano. Tenía que conformar una campaña de mercadotecnia para mi negocio (www.polintegra.org) y no estaba seguro de que o como lo tendría que hacer, lo único que tenía seguro era que no lo lograría con unos tuits.

Después hubo un percance con mi computadora y eso me hizo replantear esa necesidad que sentía de estar conectado a las redes sociales, un evento en diciembre me obligó a razonar sobre esa necesidad física o mental, que se yo. Un alumno en la Escuela Bancaria y Comercial se mantenía conectado al Facebook todo el tiempo, se le quitaba el teléfono y ¡ pedía otros para conectarse ¡, al llamarle la atención en buena onda se fue a quejar a la coordinación académica y ¡ le hicieron caso ¡ La explicación por parte de la Licenciada Monyshel Olivo fue que mi antigüedad no contaba para desconectar a un alumno de esa manera.

Por ello me alejé, ya lo había hecho anteriormente, ahora lo hice para saber como era estar fuera, como actúa alguien que entra por primera vez e interactúa con la publicidad y los mensajes que incluyen información de cualquier tipo. Así me quité de encima ese peso de estarme enviciando, de tener dependencia de algo, miedo a ya no recuperar mi independencia que de hecho ya perdí en beneficio de las redes sociales. Vicioso soy.

Además no puedo romper las relaciones sociales nada más así porque si, ya he armado mi propia telaraña y algunas personas me lo han reclamado. Prometo reivindicarme.

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