lunes, 9 de mayo de 2011

LA REHIDRATACIÓN EN LOS PARTIDOS DE FUTBOL Y LA IMPUNIDAD (LAS TELEVISORAS COMO PODER POLÍTICO, ECONÓMICO Y SOCIAL)

Hace una década aproximadamente el futbol mexicano, la Federación Mexicana de Futbol (FMF) fue sancionada y se le llamó severamente la atención porque puso la conocida cara, parte del logotipo, de una compañía de papas fritas en las banderas de los asistentes arbitrales. Quién autorizó dicha acción fue Edgardo Codesal conocido por ser una persona corrupta que se enriqueció con su paso como presidente de la Comisión de Arbitraje de la FMF. Esta sanción fue unos años después de haber sido inhabilitados por la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) por el caso de los “cachirules” (mayores de edad) en un mundial juvenil.

Actualmente esta sucediendo algo similar: a “alguien” se le ocurrió que los jugadores “necesitaban” hidratarse aunque las temperaturas fueran bajas, como por ejemplo en el partido entre América y Morelia jugado en Querétaro donde el clima era frío y lluvioso, aún así el juego se paró a los minutos 30 de cada uno de los tiempos jugados para que los jugadores “no sufrieran por el esfuerzo realizado”. Sin embargo, desde el primer momento se supo quien había sido ese “alguien” al llenar los espacios muertos por los dos minutos de “rehidratación” con mensajes publicitarios. Un abuso más de los medios de comunicación.

Se pudiese pensar que a lo mejor la Federación Internacional piensa en el abuso que los mexicanos estamos acostumbrados a realizar: jugadores no elegibles en copas del mundo, publicidad en los implementos del cuerpo arbitral, dopados en torneos internacionales regidos bajo el reglamento de la FIFA. No sería de dudarse que estemos al borde de otra llamada de atención a nivel internacional, incluso alguna nueva sanción por los hechos y pretextos cometidos con la finalidad de obtener mayores ganancias de las televisoras.

Pero el problema no esta en el ámbito deportivo, ese es un terreno comercial más que deportivo, la verdadera complicación sobreviene en otros ámbitos que impactan de manera nacional. No son solo dos minutos de un partido de futbol sino el acto cometido y del reto que las televisoras le mandan al poder político, buscando beneficiarse al máximo de los consumidores de sus mensajes futboleros que no son cualquiera, es la liguilla (play-offs, finales) para obtener el campeón del futbol mexicano en el presente torneo. Estamos hablando de la absoluta impunidad al violar la ley por parte de los medios de comunicación y empresas que los representan.

Hablar de medios de comunicación puede ser muy amplio, en este caso nos concentramos con las televisoras porque son ellas las que controlan el espectro llamado futbol. Entre las dos compañías tienen cuatro equipos de primera división profesional: Televisa tiene tres (América, San Luis y Necaxa; aunque este ya no estará el próximo torneo en la primera categoría) y TV Azteca tiene uno, el Morelia. Además entre los dos controlan el 100% de los derechos de transmisión de los equipos de primera división, eso implica que tienen un negocio comercial de importancia con todos los equipos aunque sean sus rivales al ser dueños de escuadras profesionales. Debemos agregarle al Grupo Modelo, el líder de la producción de cerveza en país y uno de los más importantes a nivel mundial, misma empresa que a su vez es propietaria de acciones del consorcio Televisa; ellos son dueños de dos equipos (Santos de Torreón y El Toluca).

O sea, las televisoras tienen un control férreo y total sobre la Federación Mexicana de Futbol, los equipos de primera división junto a sus directivas en pleno. Ellos mandan en el futbol, sus empleados son quienes cobran y dirigen en la FMF, incluso se sabe que Justino Compeán (Presidente de la FMF) fue empleado de Luis de Llano Macedo, uno de los productores más influyentes en Televisa. Ahora su ambición desmedida esta orillando a problemas extradeportivos al vilipendiado futbol mexicano, la impunidad y nula supervisión del Gobierno Federal hacía los actos de las empresas de televisión permiten que estas hagan lo que se les plazca sin remordimiento a ser sancionados o señalados por la sociedad.

Voy a poner un ejemplo sintomático: hace algunos meses el cantante Kalimba fue detenido e investigado por violación de una menor de edad en el Estado de Veracruz, al calor de los hechos, Carlos Loret de Mola, conductor del noticiario matutino de la empresa Televisa, entrevistó a dicha niña que todavía no cumple la edad legal para ser mayor frente a cámara y además le preguntó sobre eventos radicados en una averiguación previa que en ese momento se encontraba en proceso de investigación. Doble violación a la ley: no puede entrevistar a una niña con su cara permanentemente visible sobre aspectos legales que siguen su curso en tribunales. Nadie le dijo nada ni le llamó la atención.

Es evidente que desde hace muchos años las televisoras han estado en este estado de impunidad total, bata recordar el “chiquihuitazo” al Canal 40 CNI y el robo de su señal cometido por Tv Azteca para, pasado un tiempo, conformar el despojo de su concesión; incluso la declaración de Vicente Fox, Presidente en turno durante los eventos descritos, mueve a la risa. Cuando un periodista le preguntó que pensaba sobre los hechos de invadir propiedad privada, apagar una señal de televisión y utilizar el trasmisor para enviar por el espectro electromagnético una señal fraudulenta, el Presidente contestó: “¿y yo porqué tengo que responder?” Juró defender la Constitución y cuando fue violada (el espectro estaba protegido por el Artículo 27) se desentendió del asunto.

Lo más actual de los abusos legales que pueden cometer las televisoras sin empacho alguno, ya que saben de antemano que nunca serán sancionadas sino hasta protegidas por las máximas autoridades encargadas de procurar la justicia entre mexicanos. Paola Cusi (nombre artístico) tenía un pleito legal contra Televisa por la herencia de su esposo legal (estaban separados) fallecido en 1998 Emilio Azcárraga Milmo, pero su hijastro Emilio Azcárraga Jean actual dueño visible de Televisa no veía bien el juicio porque dejaba inválidos los acuerdos de 1998 y 1999 para salvar a la empresa familiar posterior a la muerte del segundo jeque histórico de Televisión Vía Satélite; el primero fue Emilio Azcárraga Vidaurreta fallecido en septiembre de 1972.

Todo se resolvió muy fácil: con ayuda del Procurador General de Justicia del Gobierno de la Ciudad de México le fabricó delitos (falsedad en declaraciones) a la señora, adulta mayor, obligándola dentro del reclusorio a firmar el desistimiento de su juicio por la herencia que legalmente le tocaba. ¿Cuánto dinero habría en juego que hasta la PGJDF se involucró en el accionar al permitir que guardias personales de la familia Azcárraga ejecutaran la “orden de aprehensión” que nunca mostraron? No solo fabricaron pruebas para recluir alguien injustamente sino que el GDF permitió la suplantación de funciones de guaruras de la compañía televisora como agentes judiciales ejecutando acciones legales que solo a funcionarios públicos les compete. Luego se quejan en el gobierno que los delincuentes “clonan” los uniformes de las fuerzas policiales, el mismo gobierno permite la impunidad al permitir que cualquiera ejecute acciones exclusivas del Gobierno.

Entonces, vemos con una claridad exorbitante que el manejar como “rehidratación” una pausa durante los partidos de futbol para aumentar ganancias es una burla más. Al presentar anuncios comerciales durante los dos minutos que dura la detención del juego es solo un acto más al desprecio que le tienen a las leyes mexicanas y a cualquier otra que se les cruce en el camino, que no les permita aumentar el lucro, así como la plusvalía de sus compañías. No es el reflejo de lo que pasa en los partidos en canchas mexicanas, más bien es la realidad de lo que pasa en el país, la expresión al máximo de la impunidad que se vive en todos los niveles de la sociedad, de la economía, de la política y un etcétera muy grande.

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