domingo, 8 de mayo de 2011

LA MARCHA POR LA PAZ, CONTANDO LAS ANTERIORES Y LAS POR VENIR.

Otra vez más: un Zócalo rebosante de caminantes que al marchan hombro con hombro solicitaban, pedían, deseaban algo en común, algo por lo cual protestar y levantar la voz. Miles de pies después de caminar casi una centena de kilómetros, otros menos pero que no son ni serán rechazados porque al unirse lejos, cerca del destino final se vuelven cómplices de la suplica, casi exigencia una paz social, política, o sea vivir en tranquilidad.

Miles de personas abarrotan una autopista, un viaducto, una avenida para pernoctar bajo el manto sagrado de la autonomía y así armar el tinglado de un domingo blanco, de paz, que busca la tranquilidad en la mayoría de las calles de nuestra nación. Otra vez (oh gran pueblo mexicano) se unen a lo largo de la caminata vuelta una marcha nacional buscando la paz que el Gobierno Federal se empeña en alejar para mantener en alto la incertidumbre basada en el poder de las armas, “porque tenemos la razón, porque tenemos la ley, y porque tenemos la fuerza” (Felipe Calderón dixit).

Hace ya muchos años que hay marchas por la paz en nuestro país, desde las protestas generalizadas por el cerco que proveyó la primera junto a sus otras manifestaciones callejeras, mediáticas y de eventos musicales - artísticos multitudinarios. Miles, quizá millones de mexicanos nos hemos manifestado para que le gobierno deje, permita a la población civil vivir en paz y en tranquilidad y lamentablemente no ha pasado nada. Las voces levantadas han valido para no ser escuchadas sino por el contrario se han alimentado al aumentar una violencia patrocinada por el mismo estado.

Si contamos todas las marchas que se han organizado nos damos cuenta que son para reclamarle al Gobierno sus omisiones, sus fallas, sus faltas para con la sociedad que dice “representar”. Pero nadie ha hecho nada por hacerla valer, han pasado fraudes, violencia, abusos, devaluaciones, saqueos, negligencias por omisión, por corrupción, por incapacidad. Todo sigue igual, nadie protesta más que cuando toma las calles pero al llegar a su casa, a su vecindario solo se preocupa por llevar el sustento a su casa.

Esto no está bien, debemos subir el nivel de la protesta, con marchas, mítines y plantones no lograremos nada, se habla de un boicot a las elecciones en 2012, eso es llamar a más incertidumbre. Eso sí, que haya una limpia en los partidos políticos comenzando con los corruptos, debemos organizarnos para que la sociedad tenga en quien confiar, ya no podemos hacerlo en la incertidumbre vuelta violencia física y social.

La organización social debe ser alrededor de un proyecto que nos aleje de la falta de confianza en las instituciones, donde la limpia sea a fondo a partir de bases sólidas en la sustitución de funcionarios que no gobiernan sino se enriquecen. Un proyecto básico donde el ciudadano sea quién marque y supervise el accionar de otros habitantes del mismo rango pero sin colores que los patrocinen. Un proyecto donde las voces que se escuchen sean de la población civil sin experiencia política ni partidaria ni gubernamental; todo debe cambiar en una metamorfosis severa del futuro de nuestra nación.

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