lunes, 15 de agosto de 2011

Candidato de “Izquierda”

Está muy de moda hablar de los aspirantes al Gobierno del Distrito Federal y a la Presidencia de la República, aunque legalmente faltan varios meses para seleccionar candidatos, la lucha proselitista ya comenzó. Sin embargo, la conciencia política de las mayorías se concentran en los colores de la playera que porta el futuro candidato, sin importar ideología, historia o los presentes actos de gobierno; en caso de ejecutarlos.

Un vivo ejemplo de ello es el actual Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubón, que cae justo en la descripción del párrafo anterior. Él llegó a la Jefatura de Gobierno postulado por el PRD y otros partidos más de tendencia socialista o de izquierda como le llaman. Aún así, nunca jamás podría ser un candidato representando a la izquierda por su ideología, por su historia y mucho menos por sus actos de gobierno.

Marcelo Ebrard brinca a la palestra política junto con su amigo Manuel Camacho Solís cuando éste fue el Regente del Departamento del Distrito Federal (o DDF nombre anterior a 1997) siendo el Secretario de Gobierno de ese gabinete. Todo ello dentro del sexenio infausto de la administración de Carlos Salinas de Gortari, que protagonizó una economía netamente neoliberal fuera de los cauces socialistas; aunque así lo quisieron aparentar.

No solo ello, dentro de su sexenio fue por todos conocido que fue el antiguo DDF el que fraccionó para su venta innumerables hectáreas dentro de territorio urbano; así fue en Los Culhuacanes en Coyoacán, La Cebada y Barrio 18 en Xochimilco. Incluso en el primer caso fue la Secretaría de Gobierno quien fabricó los delitos que llevaron al reclusorio a los líderes ejidales. Acciones de gobierno alejadas de las políticas socialistas.

También se conoció que él fue uno de los impulsores del cambio de las añejas combis por microbuses para el transporte público de la Ciudad de México, esta conversión automotriz se hizo gracias a una política de préstamos para cambiar camionetas chatarra por microbuses nuevos. Al tiempo se supo que Marcelo Ebrard había sido accionista de la Arrendadora Havre misma que financió esos préstamos y que cayó en manos del Fobrapoa (hoy IPAB), por lo que nunca pagaron el dinero que quedaron a deber.

Si esto no fuera poco, en su actual gobierno ha hecho un número impresionante de concesiones de los espacios públicos, obras y servicios de la Ciudad sin rendir cuentas claras de las formas como se otorgaron. Basta con decir que las patrullas que vigilan al DF no son propiedad del gobierno sino de la compañía Chrysler ubicada en los EUA. También se sabe de la concesión de la operación de las grúas de tránsito; además de otorgarle a otra compañía el manejo y reparación de los semáforos.

No se puede hablar de un candidato de ideología izquierdista cuando ha tenido conductas que han beneficiado a los empresarios y clases más pudientes de la sociedad, al negociar terrenos, espacios públicos y servicios de importancia vital para la capital del país. ¿Qué pasaría si un día Chrysler da por terminado el contrato y retira todas las patrullas de las calles? Todo ello delatado en una conducta que raya en la corrupción, así como preferencia por las clases empresariales, nunca por lo grueso de la sociedad.

Por ello me niego a aceptar a Marcelo Ebrard Casaubón como un candidato de los partidos de izquierda porque él no representa en lo más mínimo esa posición ideológica al contrario solo sabe beneficiar a las minorías capitalistas y nunca a la sociedad en su conjunto.

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