La vida en conjunto que llevan el Estado de México y la Capital de la República va allá de un puente peatonal que cruza de un lado a otro, más que un camellón sobre una avenida o incluso una misma calle que después de unas cuadras ya es otra entidad. Al ser vecinos y compartir fronteras en una gran área trae consigo problemas en conjunto, estamos en una gran zona metropolitana que conlleva todo tipo de situaciones en su diario convivir. Al ser parte una de la otra se debe hablar de esos ciudadanos de municipios conurbados al Distrito federal quienes viven el día a día en su transitar entre las dos entidades.
Aún así, en muchos de los municipios se depende de la capital en muchos sentidos, sea por que la cercanía es mucha y por ello la necesidad de transportarse para trabajar, porque prefieren venir por la variedad de productos y precios, cuantas otras cosas más no se pueden incluir en esta lista. La situación es que hay mucho movimiento interno entre habitantes del DF al Edomex y viceversa por muchas razones particulares. Sin embargo es ese tránsito de personas entre las entidades que hacen que una campaña electoral trascienda fronteras estatales para buscar tener impacto en los habitantes de las dos demarcaciones.
Han pasado ocho días desde que inició formalmente la campaña electoral para obtener el puesto de Gobernador del estado de México por los próximos seis años; la propaganda referente a las elecciones ha subido en volumen, es natural. Mucha de ella ha sido colocada estratégicamente en varios puntos del DF, incluso se programan mensajes en medios de comunicación avecindados aquí, mismo lugar donde surge su transmisión o propagación. La invasión publicitaria de la campaña del Estado de México se ha dejado sentir con evidencia en las calles de la Ciudad de México.
Las causas son muchas de esa simbiosis entre las dos entidades, en muchos lugares y espacios dependen una de la otra para salir adelante en los problemas urbanos que ocasiona su vecindad. También se puede poner sobre la mesa el centralismo con el que vive la sociedad mexicana, en este caso el centro es representado en su mayoría por el DF y varios municipios del Edomex donde se ubica el poder económico, político y social. Además, por sí sola la entidad mexiquense es la que tiene mayor cantidad de electores en todo el país y ello tiene su propio peso específico.
Por ello es complicado que pueda haber un distanciamiento entre el Estado de México y el Distrito Federal ya que comparten tantas situaciones que sería imposible poner una frontera, incluso, aún siendo existente, hay lugares donde no se sabe con certeza urbana donde es la línea divisoria. Así la propaganda electoral, que se pone en una calle que tiene visibilidad absoluta hacia el DF o los cárteles colocados en vagones del Metro cuya línea no toca ninguna estación del Edomex. Ni hablar de los grupos radiofónicos cuya señal se transmite desde y para habitantes del DF pero al ser captada en municipios cercanos se vuelve fundamental en la campaña.
Así que esta convivencia en muchos sentidos que van desde lo urbano hasta lo político nos tendremos que aguantar con la cantaleta electoral de los partidos que buscan el poder en la entidad mexiquense. Cantaleta porque prefirieren las promesas vagas, promoventes de desarrollo social y de seguridad pública, patrimonial y económica, hasta lo laboral se incluye. Pero nadie tiene una real propuesta política que siga una metodología con impacto social, al menos nadie presenta eso en sus spots, carteles, pendones, espectaculares, mensajes en radio, TV y cine que invaden el DF.
Lo triste es que como siempre, los Gobiernos de este país dependen de la propaganda para hacer valer la calidad de sus labores gubernamentales, sin el spot en TV no tendrían credibilidad alguna. No importan si las acciones de gobierno son reales al publicitarlas se vuelven realidad, así con las promesas electorales, que nunca son cumplidas aunque se firmen ante Notario Público. Por ello los “chilangos” nos tendremos que aguantar las promesas de costumbre en la campaña electoral del Estado de México.
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